¿Te preguntas si es posible cambiar la titularidad de dos propiedades? La respuesta es sí. A través de la permuta inmobiliaria, un contrato legalmente reconocido, puedes intercambiar propiedades de manera beneficiosa para ambas partes.
Permuta inmobiliaria: Cómo intercambiar la titularidad de propiedades
¿Sabes qué es la permuta inmobiliaria? En este post te explicamos cómo funciona este proceso, sus diferencias con la compraventa, consideraciones legales y aspectos fiscales clave.
Según explica Notarios en Red, la permuta es un contrato en el cual una parte se compromete a entregar una cosa a cambio de recibir otra.
Este tipo de contrato está regulado por los artículos 1538 y siguientes del Código Civil español. Según el artículo 1538, «la permuta es un contrato por el cual cada uno de los contratantes se obliga a dar una cosa para recibir otra».
¿Permuta inmobiliaria o compraventa?
La permuta es similar a la compraventa. Ambas implican un acuerdo entre dos partes para intercambiar bienes o servicios con el objetivo de obtener un beneficio mutuo.
La principal diferencia radica en que, en la permuta, se intercambian bienes por otros bienes. Sin embargo, en la compraventa, se intercambia un bien por dinero.
En el caso de la permuta, es posible que los contratantes intercambien la titularidad de dos propiedades, como viviendas, terrenos o locales, siempre y cuando tengan un valor equivalente. Si los bienes no tienen el mismo valor, se puede compensar la diferencia con dinero.
Es importante considerar la intención manifiesta de los contratantes para determinar si se trata de una permuta o de una compraventa, según lo establecido en el artículo 1446 del Código Civil.
Hipoteca, fiscalidad… ¿Qué debo tener en cuenta antes de hacer el intercambio?
La permuta de inmuebles es relativamente sencilla si no existen cargas o hipotecas pendientes sobre ellos. En este caso, se acuerda el valor de los inmuebles y se procede a la firma de la escritura pública de permuta ante notario.
Sin embargo, si alguno de los inmuebles está hipotecado, se requerirá la aprobación de la entidad crediticia para establecer una nueva hipoteca o realizar una modificación en caso de cambio de titularidad. Todo esto dependerá de la solvencia económica del deudor.

Por otra parte, y según indican los notarios, el aspecto fiscal es fundamental en el intercambio de inmuebles mediante permuta inmobiliaria.
Es necesario tener en cuenta el Impuesto sobre el Incremento de Valor de los bienes de naturaleza Urbana (la plusvalía municipal), así como la ganancia o pérdida patrimonial en el IRPF y el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales o el IVA, en caso de aplicarse.
Estos impuestos deberán pagarse por duplicado debido a las dos transmisiones de inmuebles que se producen en el proceso.
Caso común: permuta de un solar por una edificación futura
Un escenario frecuente en la permuta es el intercambio de un terreno por una futura edificación. En este caso, el propietario de un terreno urbano edificable lo entrega a un promotor para que este construya en él, a cambio de recibir viviendas de la futura promoción.
Este tipo de contrato es considerado atípico. Y es que, en el momento de su formalización, una de las cosas que se debe entregar aún no existe, pero se espera que se construya en el futuro.
En este caso, una de las partes cumple con su obligación de entrega al formalizar el contrato. La otra parte debe cumplir una vez finalizada la construcción.
En los contratos de permuta que involucran edificaciones futuras, es importante establecer claramente las condiciones y plazos para la construcción.
También es fundamental definir los derechos y responsabilidades de ambas partes en caso de retrasos o incumplimientos en la entrega de las viviendas. Estos aspectos deben ser detallados en el contrato de permuta para evitar conflictos futuros.
SUSCRÍBETE A LA NEWSLETTER Y RECIBE ESTOS POST EN TU MAIL