En la semana del Día del Trabajador, queremos destacar la labor de más de 4 mil profesionales del Grupo Tecnocasa en España, quienes cada día aportan dedicación y compromiso para hacer de nuestra empresa lo que es hoy. Para conmemorar esta fecha especial, hemos realizado una entrevista con nuestro franquiciado de la primera oficina de Tecnocasa en España, Manel Ibáñez, os compartimos su inspiradora historia:

Manel, cuéntanos un poco sobre tus inicios en Tecnocasa. ¿Recuerdas algo de tu primer día?

Mi primer día en Tecnocasa fue en Roma. Recordad que en esos momentos todavía no habíamos abierto ninguna oficina en España y no teníamos otro modo de formarnos en el sector, así que me enviaron a la capital italiana durante dos inolvidables meses, en los cuales tuve la oportunidad de ver y aprender las fases operativas y, sobre todo, de conocer la dimensión del Grupo al que acababa de unirme.

¿Y recuerdas cómo era ese joven Manel Ibáñez antes de entrar a Tecnocasa?

Como tantos compañeros del Grupo, yo era un joven sin las ideas demasiado claras, con un buen empleo, pero sin ninguna visión sobre mi futuro. Entrar en Tecnocasa supuso disciplina, orden, método, trabajo por objetivos, objetivos por conseguir, crecimiento, futuro, ilusión, competencia sana, pero competencia. Y, por qué no decirlo, aumentar mis ingresos y mejorar mi calidad de vida.

Nos has contado que tu formación ha sido en Roma, pero ¿cómo fue cuando volviste a España? Debes tener muchas anécdotas. ¿Nos cuentas una?

¡Sin duda, tengo muchas! Pero hay una que es mi preferida:
En el primer mes con la oficina ya abierta (1994), empezamos a trabajar en el barrio. Todo iba bien, excepto por un pequeño detalle: la revista estaba en italiano y con anuncios de pisos de Bolonia. ¡Os podéis imaginar cómo respondían los vecinos! No entendían nada y nos veían como marcianos (no me extraña). Recién en el tercer mes tuvimos una revista en condiciones y, a partir de ese momento, pudimos realmente realizar un buen trabajo.

Portada de la primera revista de Tecnocasa España en julio de 1994

¿Qué es lo mejor que te has llevado de esos años como agente? 

Hoy puedo decir que después de tantos años, cuando paso por mi antigua zona de agente, los vecinos se paran, me saludan y hablamos de aquella época. Son vecinos con los que desayuné en su casa o incluso me invitaban a comer con ellos algunos días al mediodía. Eran vecinos que me ayudaron muchísimo. Eran y son amigos.

¿Cumplir 30 años con la marca ha sido el momento más importante de tu carrera o hay otro en particular?

Desde el primer día de trabajo hasta cumplir 30 años en Tecnocasa, he tenido muchos momentos importantes, pero sin duda, uno de los más destacados es cuando ves que un joven que se formó en tus oficinas es hoy un profesional con valores, firmando su contrato de franquicia en la Sala de Juntas de la Sede Nacional. Creedme, hay momentos muy buenos y emocionantes en la vida. Este es uno de ellos.

Eso es lo bueno, pero ¿cuál ha sido el mayor desafío que has tenido que enfrentar?

El mayor desafío al que me he enfrentado ha sido asumir la tarea de asesorar y desarrollar un área de oficinas. El reto no es complejo por la dificultad que conlleva este tipo de trabajo, sino por lo que significa que el futuro de un grupo de personas «dependa» en parte de tu gestión. Personas que confían en ti, que tienen familias que dependen de ellos, y ser ejemplo para jóvenes que se abren camino en sus vidas no es una tarea menor. Al contrario, es un auténtico desafío.

En el Grupo Tecnocasa creemos que el verdadero éxito radica en las personas que forman parte de nuestra familia y en las relaciones que construimos. Que este día sea una oportunidad para reconocer su valiosa contribución e inspirar a las futuras generaciones de profesionales. ¡Feliz Día del Trabajador!