Echamos la vista atrás para recuperar aquellas piezas que vistieron las casas de los españoles durante la década de los 90. Lejos del minimalismo actual, los hogares de nuestro país en esa época destacaban por tener mucha decoración, con piezas icónicas que han marcado tendencia.  

¿Cómo era la decoración en los 90?

Empezamos por la vajilla más vendida y famosa durante tres décadas, la Duralex, una vajilla de vidrio templado, lisa (color ámbar), altamente resistente y ‘prácticamente irrompible’, según afirmaba el fabricante. En todas las casas de los 90 la podemos encontrar. Era, sin duda, la vajilla del día a día, pues la más decorada y ‘cara’ se reservaba para los días festivos o para recibir e impresionar a las visitas.

vajilla Duralex

Baños y cocinas con mucho color

El papel pintado y, sobre todo, el floral, y con grandes patrones, fue también clave en los 90. Al igual que los azulejos llamativos que destacaban en muchas cocinas y baños de nuestro país. Con colores vivos en los baños y diseños rústicos en la cocina, añadían un toque de naturaleza y calidez a estas dos estancias de la casa.

Las minicadenas fueron durante los años 90 un preciado bien que presidia dormitorios y salones de todo el país. Un amplio mueble de madera servía para colocar la tele, el vídeo (Beta o VHS), la minicadena y, como no, la gran enciclopedia. En esa década, el saber sí ocupaba lugar. ¡Y mucho!

Enciclopedia

El mueble bar es otra pieza que estaba presente en muchos hogares de nuestro país. Y, por qué no decirlo, actualmente vuelve a ser tendencia en decoración de interiores y es un must en muchas revistas de decoración.

Un lugar privilegiado para el teléfono fijo

No podemos no citar las camas nido, las literas o los muebles de madera, siempre oscura, hechos a medida y a juego con la mesa del comedor y las sillas. Eran muebles robustos, elegantes y que daban sensación de hogar y familia.

Y… ¿qué formaba parte de la decoración de toda casa?… Pues sí, el teléfono fijo, objeto que ocupaba un lugar privilegiado en el salón de los hogares españoles. Normalmente, lo encontrábamos en una pequeña mesa, justo encima de un tapete hecho por nuestras abuelas.

teléfono fijo

Y, si hablamos de reciclaje y reusar, tenemos que hablar de la mítica caja metálica de galletas danesas. Esa caja de galletas que, una vez consumidas, pasaba a ser el costurero de casa, lleno de hilos, agujas, una cinta métrica, tijeras… En fin, todo lo necesario para arreglar cualquier descosido.

caja metálica de galletas danesas

Sin olvidar, los fruteros, estratégicamente colocados en la mesa del comedor, siempre encima de un bonito tapete de ganchillo; el paragüero del recibidor o el reloj de cuco… Estos elementos marcaron la decoración de toda una década y la infancia de toda una generación.

Finalmente, en toda casa que se preciara no podían faltar pequeñas piezas decorativas de porcelana, como las figuritas de Lladró, piezas delicadas y con mucho detalle que siempre contaban una historia (un regalo de bodas, un viaje familiar…).

Y entre los jóvenes de la época triunfaba la lámpara de lava, un invento de los años 60 que en los 90 encontró su máximo apogeo en España y decoró la habitación de miles de jóvenes y adolescentes, junto a pósters e imágenes de cantantes de la época.

Quizás, en los 90, los españoles estábamos un poco perdidos en el tema de la decoración. Por lo general, la clave residía en cómo acoplar a todos los miembros de la familia en pocos metros cuadrados, primando la funcionalidad por encima de todo.

Sin embargo, todo vuelve y muchos de estos elementos decorativos de esa década son ahora piezas vintage que muchos de nosotros tenemos en casa.

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