El Euribor lleva meses subiendo y las mensualidades de las hipotecas variables se encarecen. Ante esta situación, mucha gente se está planteando cambiar su hipoteca de tipo variable a fijo. Si es tu caso y no sabes cómo hacerlo, a continuación te explicamos qué opciones tienes.
Cómo cambiar mi hipoteca de tipo variable a fijo
Si hasta ahora tenías una hipoteca a tipo variable, pero estás considerando cambiarla por una de tipo fijo, tienes dos opciones: Novación o subrogación.
La novación supone pactar con tu banco la modificación del tipo de interés. En cuanto a la subrogación, implica llevarte tu hipoteca a otra entidad. Las dos opciones llevan consigo unos gastos asociados.
En realidad, existe una tercera opción, que es cancelar tu actual préstamos hipotecario y formalizar uno nuevo. Eso sí, debes tener en cuenta que formalizar un nuevo préstamo conlleva gastos mayores.
En este sentido, los gastos asociados a la subrogación de una hipoteca son superiores a los de la novación, pero muy inferiores a los de la formalización de una hipoteca nueva.
Cambiar una hipoteca de tipo variable a fijo con una novación
Durante la vida de la hipoteca, puedes pedir un cambio en las condiciones que inicialmente pactaste con el banco, que podrá acceder o no. Ese cambio en este caso sería el pasar del tipo de interés variable al fijo.
Según explica el Banco de España, tu banco puede cobrarte una comisión por novación siempre que figure en el contrato. Normalmente se calcula como un porcentaje del importe del préstamo pendiente de pago.
Si finalmente el banco te permite el cambio, debe entregarte los documentos de información precontractual obligatoria, al menos diez días antes de la firma de la novación, que deberá formalizarse ante notario.
![qué es novación](https://blog.tecnocasa.es/wp-content/uploads/que-es-novacion.jpg)
Subrogar la hipoteca y cambiar de banco
Si tu banco no te acepta el cambio o si prefieres cambiar de entidad porque te dan mejores condiciones, tendrás que optar por subrogar la hipoteca.
El Banco de España detalle el proceso en su web: En primer lugar, e banco nuevo deberá presentarte una oferta vinculante con las condiciones de la nueva hipoteca.
La entidad antigua, en este caso, puede «enervar», es decir, ejercer una especie de derecho de tanteo y expresar su intención, ante notario, de igualar o mejorar la oferta vinculante de la nueva entidad.
Recuerda tener en cuenta que los gastos asociados a la subrogación de una hipoteca suelen ser superiores a los de la novación.
¿Qué tipo de hipoteca me conviene más?
Aunque ahora estén ganando peso las hipotecas a tipo fijo por la subida del Euribor, durante muchos años las hipotecas a tipo variable han sido las verdaderas protagonistas del mercado.
Recuerda que, la principal ventaja de una hipoteca fija es que la cuota se mantiene estable. Es decir, siempre se sabe la cuota que vas a pagar, sin que influyan en ella las posibles subidas o bajadas de los tipos de interés.
Al contrario que la hipoteca a tipo fijo, en el caso de la hipoteca variable si los tipos de interés bajan, el cliente se beneficia de unas cuotas inferiores. Por contra, si suben, la cuota a pagar también se ve incrementada.
Si no tienes claro cuál es la mejor opción o si no sabes si es buena idea cambiar tu hipoteca de tipo variable a fijo, lo mejor es que consultes con un profesional. Contacta con Kìron, la red de intermediación de crédito del Grupo Tecnocasa, para que te expliquen cuál es la mejor opción para ti.
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