Ahora que llega el verano y nos vamos de vacaciones, quizás es un buen momento para pensar en cambiar la cerradura de tu casa. En este post te explicamos qué tipos de cerraduras para puertas existen para que puedas escoger mejor para tu hogar.
Tipos de cerraduras para puertas: Seguridad en tu hogar
Las cerraduras son las principales vías de seguridad de los habitantes de una vivienda y de sus pertenencias. La mayoría de los hogares siguen utilizando cerraduras tradicionales, sobre todo en las puertas principales.
Así lo explica la empresa Cerrajeros Parla, que nos proporciona la información de este post sobre cerraduras para puertas, por qué cambiarlas y entre cuáles podemos escoger.
En el mercado existen varios tipos de cerraduras que se pueden diferenciar según el sistema de cierre, según el método de cierre o según su instalación. Vamos a verlos uno por uno.
Cerraduras para puertas sin llave
Las cerraduras clásicas y las más habituales todavía son las que se abren con llave. Pero hoy en día hay muchas más maneras de abrir la puerta de tu casa.
Por ejemplo, hay cerraduras que funcionan con una tarjeta. En la puerta hay un lector magnético que al leer la banda insertada en la tarjeta hace que se abra la puerta.
Es una opción cómoda porque puedes llevar la tarjeta en la cartera junto al resto de documentación y no ocupa mucho espacio.
También se puede elegir una cerradura con código. Algunas cerraduras para puertas permiten asignar un código específico a cada habitante de una vivienda u establecimiento.
Esto permite hacer un seguimiento de las entradas y salidas, lo cual es útil para gestionar los movimientos en un hotel, por ejemplo.
Por último, se puede optar por utilizar una cerradura biométrica que se abre sólo cuando se reconocen las huellas dactilares de las personas que se han registrado previamente en el sistema de la cerradura.
Tipos según el nivel de seguridad
El método de cierre de la cerradura determina su nivel de seguridad. En este sentido, podemos diferenciar entre cerraduras monopunto o multipunto.
Las cerraduras para puertas monopunto se cierran con un solo punto de anclaje, mientras que una cerradura multipunto tiene 3 o 5 puntos de anclaje. Cuantos más puntos de anclaje tenga, más segura será la puerta.
Una cerradura también puede ser de falleba (pasadores metálicos), este tipo de cerradura está pensada para puertas dobles. Se coloca una varilla de fijación a la altura de la mano y otra en la parte inferior de la puerta.
Las dos varillas se accionan juntas en el interior de la puerta mediante una manivela.
También existen los llamados cierres de gancho. Son ideales para portones o puertas de madera correderas y no se pueden utilizar para puertas principales. Esta cerradura se distingue por que el cerrojo se sustituye por un gancho.
Cerraduras de superficie o empotradas
Si nos fijamos en el tipo de instalación de la cerradura, también se pueden diferenciar varios tipos: de superficie, de empotrar, de ocultación, etc.
Las de superficie son las típicas cerraduras que quedan a la vista, pues se fijan en el exterior de la puerta. Son muy fáciles de instalar, se adaptan a diferentes tipos de puertas y son resistentes a los ataques externos.
Por otra parte, están las cerraduras empotradas, que se instalan en el interior de la puerta. Para ello, la puerta debe tener una forma que integre perfectamente la cerradura. Este tipo es más segura y estético.
La versión oculta es un derivado de la cerradura de superficie, con la diferencia de que está reforzada por una viga vertical. Este tipo de cerraduras son ideales para puertas de entrada y edificios exteriores.
¿Cuándo debería cambiar la cerradura?
Según los expertos, existen varias razones por las que cambiar la cerradura de tu casa. La primera de ellas es el desgaste, y es también la más frecuente.
Pero otro motivo de peso es para reforzar la seguridad de tu hogar. Si tu cerradura es antigua, quizás te interese cambiarla por una más moderna.
Los nuevos sistemas son más seguros, entre otras cosas porque los ladrones no están tan familiarizados con ellos.
Además, es importante cambiar la cerradura después de una mudanza, para evitar que los anteriores propietarios u ocupantes puedan entrar en la vivienda sin permiso.
También puede ser que quieras cambiar la cerradura para adaptarla a un sistema de domótica en tu hogar. Para convertir tu vivienda en un hogar conectado, es necesario cambiar la cerradura para que pueda conectarse al sistema.
De cara al verano y a las vacaciones, es importante que te pares a pensar si tu casa está segura cuando no estás.
Además de fijarte en qué tipo de cerradura puedes instalar, en este otro post te damos varios consejos para reforzar la seguridad de tu hogar en esta época del año.
SUSCRÍBETE A LA NEWSLETTER Y RECIBE ESTOS POST EN TU MAIL