Ante las complicaciones que puede llegar a suponer heredar una vivienda, muchas personas se plantean hacer en vida el trámite de poner su vivienda a nombre de sus hijos, de manera que todo quede arreglado. Pero ¿cómo puedo poner un piso a nombre de mi hijo?
Te explicamos cómo poner un piso a nombre de tu hijo
Según explica el Consejo General del Notariado en su blog Notarios en Red, “existe una preocupación social” respecto a este tema. Los notarios han detectado muchas consultas sobre la posibilidad de cambiar la titularidad de los bienes.
El objetivo de estas personas es que sus propiedades pasen en vida a ser de sus hijos a través el cambio de nombre.
Como explican los notarios, estas personas se dividen en dos grupos: los que quieren poner a nombre de su hijo una vivienda en el momento de comprarla, y los que lo quieren hacer cuando ya son propietarios.
En los dos casos, la motivación siempre suele estar relacionada con pensar en el día de mañana y en que los hijos no se encuentren con problemas y puedan estar tranquilos cuando fallezcan los padres. Papeleos, impuestos… son muchos los padres que quieren ahorrar todo esto a sus hijos.
Posibilidades a la hora de poner un piso de a nombre de mi hijo: La donación
Los notarios explican que lo primero que hacen cuando una persona les solicita información sobre poner una vivienda a nombre de su hijo, es informarle de todas las posibilidades que tiene.
La primera opción que tiene alguien que quiere ‘dejar un piso en vida’ a sus hijos es la donación. Donar un piso o una casa a tu hijo es como regalárselo. Parece muy sencillo, pero como todo en esta vida, tiene también sus contras.
En este caso hay que tener muy en cuenta antes de hacer la donación el coste fiscal de esa operación, que es bastante alto. De hecho, los notarios advierten que la cantidad a pagar por impuestos será más alta si se hace una donación que si se hereda un piso.
Cuánto pagaré por una donación
En muchas comunidades autónomas el impuesto de sucesiones está bonificado. Y en las que se tiene que pagar, el importe será “muy inferior”, según los notarios, al impuesto que se soporta en caso de donación.
Además, la persona que hace la donación la tiene que incluir en la declaración de la renta, de la misma manera que si vendiera la vivienda, así que es posible que tenga que pagar más. También tendrá que pagar la plusvalía municipal. Así que no, no parece que soluciones nada a tus hijos donándoles un piso en vida.
Vender el piso a mi hijo
Otra opción que te proponen los notarios es vender el piso a tu hijo. Esta opción tampoco está exenta de impuestos, claro. Es importante que si escoges esta opción acredites que tu hijo te ha pagado realmente.
De lo contrario podrías tener problemas con Hacienda, ya que podrían entender que se trata de una donación.
En este caso, tu hijo tendrá que pagar el impuesto de transmisiones patrimoniales y tú deberás abonar el impuesto sobre la renta, además de otros gastos derivados de una operación de compraventa de vivienda.
Recuerda que el piso ya no es tuyo
Los notarios creen necesario hacer una advertencia a las personas que deciden poner un piso a nombre de sus hijos: aunque sigan viviendo ahí, ya no van a ser propietarios de la vivienda.
Esto significa, no solo que tu hijo te puede echar del piso, sino que puedes tener problemas si le embargan los bienes, o en el caso de divorcio de tu hijo o hija con su pareja. En este caso un juez le podría adjudicar la vivienda al cónyuge.
Este tipo de situaciones no se suelen prever, porque no son agradables, pero hay que tenerlas en cuenta. Para solucionar esto, puedes reservarte el usufructo del piso mientras vivas.
La solución más fácil para poner un piso a nombre de tu hijo
Por todo ello, los notarios lo tienen claro. La solución más fácil y barata es que en el momento de comprar el piso tú compres el usufructo y tu hijo compre la llamada nuda propiedad.
De esta manera, tu te garantizas un techo y tu hijo se garantiza que el piso es suyo. Para ello, es necesario que padre e hijo paguen al vendedor el precio del derecho que cada uno va a adquirir.
A nivel de impuestos, se pagará lo mismo que si son sólo los padres los que compran el piso. También hay que tener en cuenta que, si en algún momento queréis vender el piso, ambas partes tienen que estar de acuerdo.
La herencia, la solución ‘clásica’
Por último los notarios recuerdan que siempre se puede optar por la solución ‘clásica’, es decir, la herencia. Que los padres sigan siendo los propietarios, que puedan vender el piso cuando quieran y que, si no lo hacen lo hereden sus hijos cuando fallezcan y lo vendan si lo desean.
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