La calefacción central en España va a desaparecer y los edificios que la tengan tienen que adaptarse a la nueva normativa y comenzar ya a facturar por el consumo individual de cada vivienda.

¿Cuándo desaparece la calefacción central?

El pasado 1 de mayo comenzó el plazo para que todas las viviendas que disponen de calefacción central en sus edificios pasen a facturar su consumo de forma individual. Este proceso se alargará hasta el 1 de mayo de 2023.

Esto supone el fin de la calefacción central en España. A partir de ahora, todos los edificios tendrán que adaptarse a la nueva normativa, que fue aprobada por el Gobierno central en el año 2020.

El Ejecutivo publicó ese año el Real Decreto-ley 736/2020, en el que establecía que los plazos para la adaptación dependen de la zona climática donde se encuentre la vivienda. Las regiones más cálidas del país quedan exentas de su aplicación. 

El decreto también limitaba su aplicación a que el cambio fuera técnicamente viable y económicamente rentable.

ahorrar en calefacción

La desaparición de la calefacción central, según el Gobierno, conlleva un ahorro medio del 24% de energía en esas viviendas. También aumenta un 20% la eficiencia energética y promueve la creación de puestos de trabajo para la instalación de contadores.

¿Cómo cambiar la calefacción central por la individual?

La junta de propietarios del edificio es la que tiene que abordar la adaptación. Para ello, en primer lugar hay que solicitar un presupuesto a una o varias de las empresas habilitadas. De esta manera, se certifica si el cambio es o no rentable.

Es importante que los vecinos estén de acuerdo. Al ser una medida de eficiencia energética, se necesita que estén a favor tres quintas partes de la comunidad de propietarios.

Una vez la junta de vecinos ha aprobado el presupuesto, la empresa escogida puede empezar a trabajar en el cambio de calefacción central a consumo individual.

En mi edificio no es rentable quitar la calefacción central

Pero puede que, al solicitar el presupuesto, la comunidad se encuentre con que el cambio no es rentable. Para eso, el ahorro estimado frente a la inversión debería tener un periodo de retorno que supere los cuatro años.

Si es así, se puede decidir no hacer la adaptación. El titular tiene que presentar ante la Dirección General de Industria, Energía y Minas una declaración responsable sobre la falta de rentabilidad económica, acompañada del presupuesto.

piso con calefacción central

También puede suceder que la adaptación no sea viable a nivel técnico. En estos casos, la empresa debe entregar sin coste alguno un certificado que lo justifique. El titular lo tendrá que presentar junto a su declaración responsable.

Instalación de contadores individuales

Para realizar la adaptación, los edificios deben tener repartidores de coste o contadores individuales. La instalación de uno u otro sistema depende del tipo de calefacción central de la finca.

Lo más fácil es que cada vecino tenga su propio contador. Sin embargo, eso solo es posible si el sistema de calefacción está dispuesto “en anillo”. Es decir, el agua caliente tiene un único punto de entrada y salida, que está conectado al contador central.

Pero, en el caso de que el edificio tenga un sistema de calefacción central “en columna” (con los radiadores de cada piso unidos de arriba a abajo), necesitará un repartidor de costes.

¿A quién afecta este cambio?

Según la OCU, más de 1,7 millones de hogares tendrán que hacer este proceso en España. Todas estas viviendas tienen sistemas de calefacción anteriores al Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios de 1998. A partir de ese año, los edificios ya estuvieron obligados a instalar contadores individuales.

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