Convertir tu jardín en un pequeño paraíso en casa ya es posible. Sigue nuestros consejos y conseguirás hacer de este espacio un lugar único y especial donde pasar esta primavera.
Cómo convertir tu jardín en un pequeño paraíso
Lo que caracteriza a un buen jardín es que consiga representar la personalidad de su propietario. Hacer de tu jardín tu propio paraíso puede ser muy fácil.
El primer consejo para darle vida al jardín es visualizar la parcela de manera que sea fácil detectar las zonas que te gustaría tener: la de césped, la de sombra, el lugar para las comidas…
El segundo paso es pensar en los elementos más atractivos y prácticos que te gustaría incluir: pequeños caminos, vallas, bancos, farolas, una barbacoa, etc. Para elegir las plantas es recomendable realizar este mismo ejercicio de imaginación.
El tipo de elementos que se colocan en el jardín tienen que ser elegidos según tu propio gusto. Los más comunes son las pérgolas, celosías y verjas. La pérgola es un clásico. Se puede utilizar para dar sombra o crear zonas íntimas.
Delimita el jardín por zonas
También para delimitar zonas, sobre todo en los jardines alargados y estrechos. Las celosías pueden separar o tapar zonas. También son útiles para protegernos del viento. Si quieres bordear un territorio del jardín o delimitar los caminos y senderos de la parcela, siempre puedes recurrir a una verja.
Dependiendo de la tierra de la que dispongas en tu casa, podrás cultivar plantas y flores. Algunas de las flores más vistosas para decorar un jardín son las de ricino, las de mandioca, los claveles y los girasoles.
Por otra parte, y siempre que dispongas del espacio y las condiciones necesarias, un pequeño estanque quedará precioso decorado con algún nenúfar.
Escoge bien la iluminación y los muebles
Para disfrutar en condiciones y convertir tu jardín en un pequeño paraíso, es fundamental, especialmente por la noche, disponer de luz. Un toque que da mucha clase es iluminar los senderos a ras de suelo o con balizas a media altura.
Al elegir los muebles de exterior, la premisa básica es que sean duraderos, puesto que van a estar expuestos a las inclemencias del tiempo. También han de ser fáciles de limpiar y cómodos. Los muebles para disfrutar del sol deben ser resistentes, funcionales y fáciles de transportar.
En la sombra no pueden faltar sofás, sillones, mecedoras, mesas y sillas… En cuanto a los materiales, la madera aporta calidez y la de teca es una de las más resistentes. Las fibras naturales como el rattan, el mimbre o el bambú son ideales porque pesan poco, son elegantes y fáciles de limpiar.
Entre hierro y aluminio, el aluminio es la mejor opción por su ligereza y resistencia. Por último, el plástico es una elección totalmente válida ya que los muebles fabricados con este material son resistentes, funcionales y baratos.
Instala una piscina en tu jardín
Cada vez más gente disfruta de piscina propia. Los precios han bajado, la calidad ha aumentado y la obra de instalación no es excesivamente complicada. Las piscinas son incluso una inversión y pueden resultar un valor añadido al coste de la vivienda porque se valoran mucho a la hora de vender la casa.
Además, en el caso de las individuales, no se necesitan permisos especiales para su construcción ni su mantenimiento ya que la normativa se relaja en aquellas instalaciones de uso y disfrute para una sola vivienda.
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